Seguramente te ha pasado que un día vas al centro comercial y regresas con un montón de cosas que no necesitabas y que te compraste porqué te sentías muy feliz y querías consentirte.
En ese momento comprar todas esas cosas fue emocionante pero al ver que gastaste un poco de más, ya no fue tan increíble.
Las decisiones tomadas por impulso pueden traer consecuencias negativas para nuestras finanzas, por eso, es importante conocer como controlar nuestras emociones, para que no influyan en el destino de nuestro dinero.
Las emociones son respuestas inmediatas ante estímulos externos que nos llevan a actuar. Un ejemplo de esto, sucede cuando vemos un producto en descuento y lo compramos por lo atractivo que suena la oferta, incluso pensamos que por comprar con descuento estamos ahorrando y no en todos los casos puede ser así.
Existen varios factores que intervienen a la hora de tomar decisiones financieras, aquí te contamos:
Aburrimiento
Al encontrarnos en este estado de relajación, tendemos a comprar cosas por ocio y compramos cosas que no eran tan importantes o necesarias y que pueden traer consecuencias negativas para nuestra economía.
Un ejemplo de esto es el gorrito mexicano que vemos en la siguiente imagen.
Alegría
Esta emoción se puede apoderar de nuestra decisión de compra cuando acudimos a un lugar en donde nos dejamos llevar por la euforia o intensidad que tenemos del momento, lo cual lleva a realizar compras innecesarias. Un ejemplo, es cuando vamos al cine con nuestros hijos y por la emoción, les compramos artículos relacionados con la peli que veremos.
Tristeza
Cuando nos encontramos tristes, es común que la salida más sencilla que tomamos, es salir de compras, con la idea de que esto nos puede ayudar a sentirnos mejor. Y si, tal vez nos haga sentir bien por un periodo corto de tiempo, pero a largo plazo eso no va hacer feliz a nuestra cartera.
Este factor es más común de lo que pensamos, sucede cuando vamos a un centro comercial y observamos que varias personas se llevan algún producto, es aquí donde está lo interesante.
Empezamos a preguntarnos si lo están comprando mucho por qué el precio es bajo o pensamos en comprarlo también por qué es un producto que se puede agotar y que lo mejor sería llevarlo.
Un ejemplo más claro, sucedió cuando la pandemia iniciaba y veíamos escasez de productos básicos y toda la gente compraba papel higiénico.
Ya que conoces algunas emociones que influyen en la decisión de compra, te daremos los 3 tips para que tus compras no afecten tus finanzas:
Consciencia: Habla con tu “yo” interior y pregúntate si estas atravesando una emoción, esto nos permitirá saber si es la que está generando la necesidad de compra, ya que esto no debe ser lo que determine la decisión.
Reflexión: En esta etapa será importante realizar ciertas preguntas, que nos ayudará a determinar si es o no necesaria nuestra compra, por ejemplo: ¿mi estado de ánimo mejorará con esta compra? ¿existen otras alternativas que me puedan ayudar? ¿se ajusta a mi presupuesto? ¿puedo ahorrar para comprarlo y no pagar intereses? ¿el precio será igual en otros lados?
Acción: Una vez que hemos reflexionado y charlado con nuestra consciencia y encontramos algunos beneficios, podemos comprar sin preocuparnos por haber tomado una mala decisión.
Debemos encontrar un equilibrio entre nuestras emociones y nuestras finanzas, de esta manera estaremos cuidando nuestro bolsillo y estaremos tranquilos al tomar las mejores decisiones.
Y si necesitas un poco de ayuda extra recuerda que con préstamos a tu manera podrás tomar el control de tus finanzas y tu tranquilidad emocional.
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